lunes, 28 de febrero de 2011

dios y los analfabetas :ATENCION !la religion MATA

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  • [SAPIENS SAPIENS] Las creencias religiosas matan‏



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    Enviado:lunes, 28 de febrero de 2011 05:54:57 p.m.
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    Octubre 5, 2010

    La mujer que parió a su hijo a orillas de un río en Algeciras y lo dejó abandonado, habló en exclusiva con LA NACIÓN. La campesina manifestó que su bebé venía en pecado, nació muerto y dejó su cuerpecito en el afluente. El enfermero que la atendió la desmiente y dice que lo habría arrojado al río.

    Pertenece a la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y cree que para tener un hijo debe estar casada bajo su religión. Su creencia habría llevado a Doris Janeth Jaramillo López a desestimar posiblemente el nacimiento de su hijo y abandonarlo a orillas del río Neiva en Algeciras, creen las autoridades de este municipio.

    El 30 de septiembre pasado, en horas de la mañana, los dolores de parto empezaron a desesperarla. Sola y sin despertar sospechas, la mujer de 27 años buscó la orilla del afluente más cercano a su residencia.

    Acostada, sobre las piedras y en medio de un calor sofocante, indujo el nacimiento de su hijo, que se registra a las 9:30 pm, según relata Jaramillo a LA NACIÓN.

    El recién nacido se pasa de tiempo, nace muerto y la campesina no tiene otro remedio que abandonarlo, explica ella desde el cuarto piso del Hospital Universitario de Neiva.

    Sin embargo, Ramiro Wallis, el primer enfermero en atenderla tras el parto, la desmiente y asegura que Doris Janeth le confesó que arrojó su hijo al río.

    “Me informan que la señora había desaparecido ese día y sus dos hijos estaban abandonados desde la mañana. El rumor era que estaba embarazada y por temor a los miembros de su iglesia, ocultó su estado. Luego me piden que vaya atenderla y me encuentro con un postparto. Ella me trató de convencer de que era un tumor y que había caído en su baño, pero por mi experiencia no me envolvió con cuentos raros. Era un embarazo. Procedí a hablarle, me confesó el sitio del parto y que había tirado su hijo al río. Es la confesión de ella”, narró el enfermero.

    Las autoridades buscan al bebé así sea muerto aguas abajo. Sin embargo, la madre, en perfecto estado de salud, piensa que “se lo habrían comido los perros”, y nació en pecado.

    Este periódico abordó a Doris Janeth, quien se nota calmada, tranquila, dispuesta a hablar de lo que llama “su verdad”.

    -¿Qué le sucede?

    El bebé nació muerto, se murió en el vientre. Yo lo tuve sola en el río porque nunca fui a controles médicos, jamás tomé medicinas. Pensaba que podía tenerlo sola y lo tuve normal, sin problemas, suave, fácil. Con mis dos hijos tuve a una partera y el otro un enfermero, pero como los dolores me daban rápido pensé que me pasaría igual. Sin embargo, me demoré bastante.

    -¿Usted fue al río a tener al bebé o accidentalmente lo tuvo allí?

    Fui a tenerlo a la orilla del río, lo hice sola. Dije que cuando lo tuviera me iba para mi casa, me arreglo y me acuesto, pero no fue así, me demoré todo un día con los dolores y en el parto. Esos momentos fueron bastantes duros, fue el parto más difícil porque me desgarré, me hice un daño vaginal muy grande por la angustia.

    -¿Cómo era el bebé?

    No sé porque ese bebé nació a las 9: 30 p.m. Estaba muy oscuro y no había llevado siquiera una linterna o un reloj para mirar la hora. Sinceramente no lo vi. Pensé como a las 6:00 p.m. en gritar, pedir auxilio para que me ayudaran, pero no me escucharon seguro por el sonido del río, y como estaba muy débil, me desmayaba cada rato. Dormía 10 ó 15 minutos. Mi bebé nació sin respirar, sin sentido, frío; cuando lo tuve me quedé dormida una hora. No supe si era niño o niña porque no lo vi. No lo tuve en mi casa porque había llegado una muchacha a mi casa y me daba pena que me viera.

    -¿Qué hace con el bebé?

    Lo dejé ahí en el lugar y me fui para mi casa, no sé cómo llegué pero lo hice, y de una vez me cambié y me acosté. Pensé que al otro día amanecería con más fuerzas y le pediría el favor a alguien que me ayudara a llevarlo al cementerio para enterrarlo.

    -Vecinos de El Paraíso insisten en que usted lo habría lanzado su hijo al río ¿es verdad?

    Eso es lo que están pensando, pero no es así. No sería capaz de hacer eso: Es mi bebé, mi hijo, y prometí enterrarlo.

    -¿Es cierto que su religión le impide tener hijos que llaman bastardos?

    En la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia o no precisamente la iglesia porque no la culpo. La palabra de Dios dice que para tener un hijo ambas personas deben estar casadas y, obviamente, como soy soltera, pues es un error ante los ojos de Jesucristo tener un hijo en pecado. Pero yo dije que había cometido un error y que el Señor era el único que me juzgaba. Mi hijo iba a nacer, yo quería sacarlo adelante como los dos hijos que tengo; buscaba sacarlo adelante sola, como a mis otros pequeñitos de seis y ocho años.

    -A su bebé no lo encuentran, ¿qué pudo pasar con él?

    Unos decían que los perros se lo habían comido, yo no creo que esos animales se coman un bebé. Por cierto, no sé qué habrá pasado con el papá del niño porque igual no me comunicaba con él mucho, de pronto nunca le expliqué muy bien. Cuando quedé embarazada estaba asustada.

    -¿Es verdad que le dijo a la gente que tenía un tumor abdominal y no un embarazo?

    Sí, porque todo mundo me preguntaba ‘¿está embarazada?’ Y yo decía que no. Lo negaba todo el tiempo, ellos no me iban ayudar, a mí sola me tocaba trabajar. Igual no podía ocultarlo porque se me veía. Yo cojo café, habichuela, tomate. Vivo sola con mis dos hijos. Estoy preocupada porque están de por medio mis dos hijos y a ellos me los pueden traumatizar porque dicen que me los van a quitar.


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    Publicado por SAPIENS WEB en SAPIENS SAPIENS el 2/28/2011 11:54:00 AM
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    insulte si quiere ,pero sepa que cuando uno insulta se insulta a si mismo